Los aceites esenciales se han convertido en mis grandes aliados, tanto como madre de un adolescente como psicóloga-psicoterapeuta que acompaña a madres con hijos adolescentes.

¿SABES POR QUÉ?

Porque en esta etapa de la vida, maravillosa pero llena de cambios a todos los niveles: físicos, emocionales, hormonales y social, nuestros adolescentes tienen que lidiar con conflictos en relación a: su imagen corporal, sus miedos, el tener que soltar una etapa para acoger otra, su motivación, su concentración (o más bien su falta de concentración), sus miedos, sus dificultades para dormir…

Esto en el mejor de los casos. A veces, también hay un sentimiento de desarraigo importante que puede conducir a situaciones y/o problemas mayores, en los que es necesario pedir la ayuda de un profesional.

Los aceites esenciales 100% puros, ecológicos y de grado terapéutico trabajan a nivel holístico, aunando cuerpo, mente y emociones. Y se convierten en grandes aliados en el momento en el que nos ayudan a transitar los conflictos que te he citado anteriormente.

Además, nos van a resultar tremendamente útiles en:

• El Autocuidado. Imprescindible para fomentar el amor hacia ellos mismos y a no perderse en el otro.

• Responsabilizarse, hacerse cargo. En el momento en que detectan sus necesidades, nos piden ayuda y escogen qué aceite necesitan para cada ocasión, se están responsabilizando y haciendo cargo de ellos mismos. Y se hacen cargo también de cómo transitar sus emociones en determinadas situaciones.

• Vincularnos en su uso. Cuando se sienten bien al utilizar los aceites esenciales, sienten curiosidad por saber más y compartimos un espacio y tiempo preciosos en el que les enseñamos a utilizar los aceites esenciales. Además, a través del masaje estamos favoreciendo el vínculo y el arraigo. Como mamíferos gregarios que somos necesitamos el contacto físico con el otro.

Marta Giner Peñalba